(un fragmento de Partenogénesis, película apócrifa & MESStiza del director de culto, Leo Rodríguez, ha sido publicado en la Revista Temporales de la NYU)
Una empresa traficante de placenta es descubierta por los habitantes de una población suburbana tras un accidente automovilístico. La volcadura sucede a media mañana en una carretera poco transitada. Acorde a las dinámicas del lugar, la noticia tarda unos minutos en diseminarse entre los pobladores que salen a toda prisa cargando huacales, vasijas, bolsas de plástico, redes y cubetas. Dadas las circunstancias de pobreza, es común que la tragedia ajena transmigre en provechosa posibilidad.
El espectador, desde su situación privilegiada, piensa en la horrorosa sorpresa que se llevarán los personajes al encontrarse con veinticinco fetos femeninos desperdigados sobre la hierba. Sin embargo, la sorpresa cambiará de receptor cuando algunos de los habitantes coloquen los cuerpecitos dentro de sus bandejas y huyan sonrientes a toda velocidad, sopesando, durante el camino de regreso a casa, los kilos de carne de bebé. Pero no todos. No todas las bebés son recogidas por el resto de los personajes cuyos intereses radican, principalmente, en el desmantelamiento de la camioneta. Algunos trabajan en equipo, en familia desarman rápidamente un asiento, jalonean sincronizadamente el cofre a la cuenta de tres, los espejos, las puertas, farolas, batería, hasta que el doppler de una sirena a lo lejos, mágicamente los desaparece en un stop trick. [ continuar leyendo... ]