A las posibilidades del “ser uno con otro” en el mundo pertenece indiscutiblemente la posibilidad de ser representado un “ser ahí” por otro. En la cotidianidad del “curarse de” se hace constante y múltiple uso de semejante posibilidad. Todo dirigirse a alguien, todo aprontar algo, es susceptible de representación dentro del círculo del “mundo circundante” de que se cura inmediatamente. La vasta multiplicidad de modos del “ser en el mundo” susceptibles de representación no se extiende sólo a los modos refinados del público “uno con otro”, sino que alcanza asimismo a las posibilidades del “curarse de” restringidas a determinados círculos, cortadas a la medida de las profesiones, clases y edades de la vida. Pero tal representación siempre es por su sentido representación “en” y “cabe” algo, es decir, en el “curarse de” algo. Mas el “ser ahí” cotidiano se comprende inmediata y regularmente a sí mismo por aquello de que suele curarse. “Uno es” lo que uno hace.
El ser y el tiempo (El ser ahí y la temporalidad. "El posible ser total del ser ahí y el ser relativamente a la muerte").