El Extraño Retorno de las Zombies de Carlos Salazar* (o a esta bacha todavía le cuelgan tres toques).
Algún día escribiré una novela PULP bajo este título. Algún día será en esta semana porque ya quiero empezar. Voy a ponerle dibujitos muy picosos y la podrán ver en los baños para albañiles: sanirent. Me va a publicar editorial VID o algo así. A colores. Mi sueño. Y mi familia con su amplia apertura lectora del libro vaquero, reconocerá, por primera vez, mi oficio de escritora. Ya quiero.
Este será un blog productor de ideas. No importa que me las roben, yo tengo muchas. Blog de Picor extremo, así, extreme picor -ecstrímpaicor, se pronuncia-. Y a veces voy a escribir historias de pornosoft o así bien jarcor híperrealista. O mi personaje de Violetta Santacruz que es una adolescente que chatea por las madrugadas con policías chilangos mientras se masturba con comida frente a su webcam y se baña con jabón en polvo viva total con microesféras. O también puedo poner mi onda sapiente así súper académica bajtiana/barthiana/genettiana estructuralista rusa. O mi trip budista de fragmentación y destazamiento corpóreo y la iluminación. O mi cotorreo existencial de origen schopenhauariano/kierkegaardiano. O libros que me gustan. O de mis tirrias personales muy mías de mi subjetividad personal muy a mi punto de vista, más que nada y antes que todo, vedá. O para hablar de mi vida en el autoanálisis sicológico y mis chaquetas mentales. Ya ni sé qué más decir. Espero que mi blog lo lea algún alto ejecutivo de editorial VID, no me interesa nada más. Que me paguen con revistas capulinitas.
*calle de montegay que tiene a las famosas putas bachicheras. Famosas porque recogen bachas de cigarros con mucha elegancia, mucho caché, vedá. Pareciera que no tienen flexibilidad en sus rodillas.