Monday, February 08, 2010

mini realidades de Macro Ficciones

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A pesar del intenso calor afuera de la casa, percibió la fresca ligereza del viento del norte en su antebrazo. Su padre atendió a la puerta -¿qué se te ofrece? -soltó sin mirarle a los ojos. El hijo, que cargaba un preservativo anudado (con su propio semen), extendió la mano y le dijo: Toma ¡Ya no te debo nada! Caminó hacia el norte para sentir la frescura del tramontana en el rostro, mientras pensaba que el título de ese cuadro en el que aún trabajaba, sería perfecto con el adjetivo especificativo Gran: El Gran Masturbador, se escuchó decir en voz alta e imaginó el gesto de su padre al cerrar la puerta.


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