Uno de los discos que más me ha marcado como ser humana es el Misery is a butterfly de los Blonde Redhead. Hace algunos años, cuando gracias a una amiga, por primera vez los escuché, quedé súper in love. Lo siento, soy muy auditiva y de Elephant girl dependió mi vida muchos días. Tengo lindos recuerdos de las cosas que ocurrieron mientras disfrutaba de la miseria es una mariposa. Escribí algunas cosas con ese disco como soundtrack. Es probable que tuviera en el entonces una dramática y pasional relación con la vida y los BRH estaban ahí, aderezando mi shakespeareano amor con partículas de sonido. Años más tarde, salió "23". La vida y yo fracasamos nuestra domesticada relación pasional. La rutina del drama se fue agotando, me daba hueva pensar en la complejidad gratuita / drena energía. "23" ocurrió como todas las brisas en las playas del Pacífico sur ese verano: deliciosamente olvidable.
Hoy escucho el Penny Sparkle, leo algunos correos de buenas noticias y viajes e imagino lo que voy a recordar cuando escuche esta canción en el futuro. Buen disco el Penny Sparkle. Un recuerdo del porvenir, aquí a veces.