el 25 de diciembre, cumplí, oficialmente, la mitad de mi vida sin mi padre. Es un poco difícil la herencia de esta época. Pero me ha dado, además de una gran connotación de holidays, la excusa de su ausencia: entrar a las ligas mayores de la pérdida con foquitos de navidad. Esta suceptibilidad envuelta en papel para regalo, de listón el antónimo nacimiento de temporada.