Hace dos
semanas, Alex Mendoza “El Chino”, terminó este trabajo en mí.
La imagen
es una ondina, sirena de agua dulce, y es autoría de uno de mis artistas
favoritos, el brasileño Walmor Corrêa. La Ondina de Corrêa forma parte de la
serie Unheimlich –imaginário popular brasileiro- (2004-2005). Para titular esta
serie, Corrêa partió del texto homónimo de Freud, Das Unheimlich (the uncanny,
o estranhamente familiar, lo ominoso). Junto a Ondina existen otros seres
mitológicos del imaginario colectivo, monstruos locales e importados, sincréticos,
mestizados. De este gabinete criptozoológico, la sirena es la más universal, un
mito representado en diversas culturas del mundo, dice Corrêa, ¿cómo se verán
sus órganos? ¿Padecerá cólicos menstruales? Y si habita entre el aire y el
agua, ¿cómo es que debería funcionar su sistema respiratorio? A enormes
profundidades ¿qué la protege de no tener un infarto? Esta y otras preguntas lo llevaron a crear Ondina y, en un procedimiento semejante, el resto de
los seres que conforman Unheimlich.
Pues bien, he estado enamorada de esta Ondina por años y quería tenerla en mi
vida parasiempre, hacer el compromiso: madurar: una posible descendencia.
El Chino me
hizo su versión tattoo de Corrêa, una que otra variación por cuestiones de
color sobre la piel. El trabajo se hizo en varias sesiones, comenzamos desde
abril. La Ondina de El Chino mide 13 pulgadas y ocupa tres cuartas partes de mi
brazo derecho. Recomiendo su trabajo, muchísimo. Yo lo
estuve buscando por un año para hacerme este tatuaje y finalmente di con él. El
Chino está en Tijuana, en Last Temptation, en contraesquina del Jai-alai. Las
horas y horas que pasen con él serán muy amenas porque además de un gran
artista del tatuaje, es un muy buen conversador y sabe mucho de especies marinas y piscicultura.