Hoy, mientras acompañaba a Lucho a cobrar su quincenita a la escuela donde da clases, me encontré con el periódico Vida Universitaria, periódico ¿quincenal? de la UANL. Estaba hojeándolo cuando me encontré en la Flama (apartado cultural dentro de la publicación) una entrevista revisitada a Elena Garro. Me confieso no elenagarrista. Es decir, no me cuaja Elena Garro, respeto su trabajo y su importantísima figura en la narrativa y dramaturgia mexicanas pero, estilísticamente, nunca me ha gustado. Leí Los Recuerdos del Porvenir cuando recién entré al Colegio de Letras y pues la acabé pero no me gustó, luego algunas obras de teatro (por imposición escolar) y tampoco. Y chido por a quien le guste, a mí no me llega y punto redondo. Pero me chuté su entrevista realizada por Hernando Garza, publicada originalmente en el periódico Reforma en agosto de 1997. Me saltó su opinión de Monterrey y su opinión sobre el trabajo de don Alfonso Reyes. Transcribo un fragmentito aquí, a partir de la publicación:
Hernando Garza: ¿Le gusta la comida mexicana?
Elena Garro: Sí, sí me gusta, sobre todo la del norte de México.
HG: ¿Por qué?
EG: Porque mi mamá era de Chihuahua. Entonces yo me siento un poco norteña.
HG: ¿Le gusta el desierto y el sol?
EG: Sí. Y la gente grandota... A mí me venían a ver muchos campesinos de Chihuahua antes de que me fuera de México. Y Monterrey me gusta mucho porque es otro país...
HG: ¿Por qué es otro país?
EG: Porque ahí no son gringos ni mexicanos, son regiomontanos. Y la gente rica es maravillosa en Monterrey, porque si eres rico tienes que saber ser rico y no ruborizarte; y si eres pobre tienes que saber ser pobre y no avergonzarte, porque siempre habrá ricos y siempre habrá pobres.
-VAYA-
(hablando de gustos literarios)
HG: ¿De los regiomontanos, Reyes?
EG: ¡Ah, don Alfonso! Es una de mis debilidades.
HG: ¿Por qué?
EG: Porque era un gran escritor y un gran prosista. Y escribió el español como nadie lo ha escrito. Tenía un libro suyo que se llama Junta de sombras ¿No lo has leído?
-...-
HG: ¿Ha vivido como ha querido?
EG: No, pero más o menos como he podido.
HG: ¿Pero se arrepiente de haber vivido su vida?
EG: Pues sí porque cometí muchos errores.
HG: Es de sabios...
EG: Rectificar, sólo que es muy tarde.
HG: ¿Piensa que se va a ir al infierno?
EG: A veces sí.
HG: ¿Y el paraíso?
EG: No, está bien lejos.
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