Monday, June 15, 2009

:)

Anoche leí cuarenta páginas, ni más ni menos, de un libro en inglés. No diré el nombre del autor ni el título del libro; probablemente lo haga más adelante, cuando lo acabe. Leí las cuarenta páginas y lo cerré porque me ganó el sueño, ya no podía, estaba inventando significados, haciendo mi traducción onírica y la neta mi experimentación no llega a tales grados. Sólo diré que me convertí en una especie de peeping tom de la vida de alguien (cara de chiflada), es como si estuviera leyendo su diario (ñiiiiiii). Me da un poco de pena pensar que sólo leo en inglés porque me conviene y cuando no conozco una palabra y me da hueva ir al diccionario o al traductor (o a mi traductora oficial), intuyo la traducción por contexto (ese tip me lo pasó una amiga de la que no diré su nombre porque ayer se fue a España y no tiene derecho de réplica ahorita). Pero este libro, específicamente, me emociona. Es uno de esos libros que alguien escribe sobre las memorias de algo. Digamos que es como leer la Tv Notas pero con metáforas y figuras retóricas, como la bitácora de una banda desintegrada. Tengo ese libro y dejé otros (vergüenza) a un lado, otros importantes en mi formación e información vital, por mi pinche naturaleza chismosa. No me apena porque leí cuarenta páginas en mi lengua madrastra (yay!) y supongo que hoy le daré a otras cuarenta o más; lo he postergado todo el día para merecerlo, es como el postre de la rutina.