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Wednesday, December 29, 2010
"Las posibilidades del verde" en La Palanca # 15
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Los libros de Sergio González Rodríguez
El Ángel de Reforma
El libro del año: La sociedad sin relato, de Néstor García Canclini.
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Novela: La prueba del ácido, de Élmer Mendoza; Sangre erguida, de Enrique Serna; Olvidar el futuro, de Agustín Ramos; En la vida triestina, de David Miklos; El retorno de los tigres de la Malasia, de Paco Ignacio Taibo II; Puedo explicarlo todo, de Xavier Velasco; Mi cuerpo en tus manos, de Rose Mary Espinosa; No tengo tiempo, de Arturo Vallejo Novoa; Hotel DF, de Guillermo Fadanelli.
Cuento: La marrana negra de la literatura rosa, de Carlos Velázquez; Señora Krupps, de Javier Hernández; Fiebre, de Daniel Krauze; El corazón es un gitano, de Rafael Pérez Gay; Sólo cuento, coordinado por Rosa Beltrán; Ese modo que colma, de Daniel Sada; El tiempo apremia, de Francisco Hinojosa; Caída libre, de Carlos Martín Briceño; Enfermario, de Gabriela Torres Olivares.
Crónica: D.F. Confidencial, de J.M. Servín; El derrumbe de los ídolos, de Héctor de Mauleón; Cuando me volví mortal, de Carmen Boullosa; El miedo ante el espejo, de Juan Villoro.
Ensayo: El XIX en el XXI, de Christopher Domínguez Michael; La brújula hechizada, de Mauricio Montiel Figueiras; Las islas de las tribus perdidas, de Ignacio Padilla; El arte de perdurar, de Hugo Hiriart; Islas y casi islas, de Bruno Hernández Piché; La increíble hazaña de ser mexicano, de Heriberto Yépez; Enseñanzas desbordadas, de Marisa Belausteguigoitia, et al.; Que se abra esa puerta, de Carlos Monsiváis; Papeles falsos, de Valeria Luiselli; Inmanencia viral, de Fausto Alzati Fernández.
Historia: De héroes y mitos, de Enrique Krauze; La revolución mexicana, de Álvaro Matute; La Castañeda, de Cristina Rivera Garza; La muerte entre los mexicas, de Eduardo Matos Moctezuma; Diré adiós a los señores, de Orlando Ortiz; El último brindis de don Porfirio, de Rafael Tovar y de Teresa; La insurgenta, de Carlos Pascual; México: Fotografía y Revolución, coordinado por Miguel Ángel Berumen.
Actualidad: Esclavas del poder, de Lydia Cacho; El general sin memoria, de Juan Veledíaz; Jauría: la verdadera historia del secuestro en México, de Humberto Padgett; La Santa Muerte, de José Gil Olmos; Los señores del narco, de Anabel Hernández.
Poesía: Morir mejor, de Feli Dávalos; Descripción de un brillo azul cobalto, de Jorge Esquinca; Sobre una hoja, de Gabriel Bernal Granados; La radio en el pecho, de Eduardo de Gortari; Población de la máscara, de Francisco Hernández; Libro del abandono, de Javier Acosta; Negro es su rostro/ Simiente, de Esther Seligson; Pastilla camaleón, de Julián Herbert.
Biografía: Granados Chapa. Un periodista en contexto, de Humberto Musacchio; Se llamaba Elena Arizmendi, de Gabriela Cano; Aquí está su pachucote... ¡Nooo!, de Rafael Aviña.
Humor: Historias desconocidas de la Independencia y la Revolución, de Trino Camacho.
Arte: El joven Orozco, editado por Adriana Malvido; Espejo en llamas, de Andrés de Luna; El arte de las ilusiones, de José Antonio Rodríguez; T.W. Adorno, de Jorge Juanes; Atrocitas fascinans, de José Luis Barrios.
Entrevista: La última entrevista a Roberto Bolaño y otras entrevistas a grandes escritores, de Mónica Maristáin; Catorce escritoras mexicanas frente a sus lectores, de Blanca Estela Treviño; La voz de los otros, de Ricardo Cayuela Gally.
Obras extranjeras: L'Ardore, de Roberto Calasso; La Carte et le Territoire, de Michel Houellebecq; El cementerio de Praga, de Umberto Eco; Teignmouth Electron, de Tacita Dean; Blanco nocturno, de Ricardo Piglia; Imperial Bedrooms, de Bret Easton Ellis; Obra poética, de J.M. Junoy; Requiem, de Sanford Kwinter.
El peor libro del año: Pobre Patria mía, de Pedro Ángel Palou, novela burocrática en la que monologa un Porfirio Díaz disfrazado de personaje de Carlos Fuentes: "fósil desenterrado, paleolítico, inmemorial. Soy blanco y oscuro. Verde y transparente como el jade. Opaco y luminoso. Soy, para mi desgracia, eterno... Soy el viento, el fuego, el agua, la tierra. Soy el sumo sacerdote, el yaha yahui, el águila-serpiente de fuego", etcétera. Lectura chatarra para supermercados.
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Sunday, December 12, 2010
sobre un ser de doce años
Hace algunas semanas me preguntó si éramos mejores amigos. Le respondí que sí, sin pensarlo. Le enseñé cómo hacer serigrafía y juntos imprimimos algunas cosas, luego revelamos una pantalla con imágenes que a él le gustan: un símbolo de anarquía, un humanoide con cabeza de ojo, una batería, su nombre y una calavera. También le regalé una batería eléctrica que hace mucho ya no toco. Platicamos de episodios de Los Simpsons y me contó algunas cosas que yo ignoraba sobre la serie. Hablamos de caricaturas y de música punk, de sus clases y de literatura. Le relaté mis mejores cuentos, las ideas que aún no he escrito. Sonreía y me preguntaba si eso era cierto o me lo había inventado. Le dije que todo era cierto, al menos en mi mente.
Hoy paseamos por la playa. Le hablé de criptozoología y discutimos sobre animales reales y mitológicos. Le mostré cómo tocar el centro de una anémona parásito sin dañarla y sin ser atrapado por los pétalos carnosos. Comimos tacos de pescado y hablamos de Tim Burton y nuestras pelis y personajes favoritos, le dije que debía leer a Leonora Carrington. Caminamos por los pasillos de uno de mis lugares favoritos en este mundo: una segunda. Tomamos algunos juguetes, vimos peluches y herramientas, trastes y ropa y salimos con las manos vacías, cansados. Bebimos jugo de coco, le expliqué porqué no me gusta su sabor. Me dijo que My Chemical Romance era una de sus bandas favoritas; le respondí que compré su primer disco y después ya no me parecían tan suaves y él me recomendó este video: Gerard Way se ve súper cool con el cabello rosita, deberías verlo, remató con una sonrisa. Y yo llegué a casa para buscarlo en youtube, pues eso, pensé, es lo que hace una mejor amiga.
Saturday, November 27, 2010
Vine a Tijuana
Thursday, November 25, 2010
Una de mis personas favoritas habla de uno de mis personajes favoritos.
Monday, November 22, 2010
Wednesday, November 17, 2010
остранение -oatmeal stout-
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Friday, October 22, 2010
Boyfriend, Best Coast
Wednesday, October 20, 2010
los acentos norteños no son todos iguales, dear.
Tuesday, October 05, 2010
si usted anda estos días por el DF...
sólo nos queda un lugar (por el cupo máximo) aunque ya estamos complet@s. Si le quiere entrar, comuníquese a mi correo: fitna82@gmail.com o a rocio_ceron@yahoo.com
Albañilería editorial
-encuadernación creativa / impresión alternativa-
Fecha: 7, 8 y 9 de octubre de 2010.
Duración por sesión: 3 hrs.
Jueves y viernes de 18:00 a 21:00 hrs y sábado de 11:00 a 13:00 hrs.
Albañilería editorial está dirigido al público interesado en técnicas alternativas de impresión y encuadernación, manufactura de publicaciones caseras, producción de libros de artista y libros objeto. Durante tres sesiones intensivas de técnica y práctica, el tallerista aprenderá a encuadernar libros por distintos medios: goma, dobleces, cosidos y cortes. También aprenderá a revelar una pantalla de serigrafía, a manufacturar sellos con corchos de botellas y/o placas de polímero y a tamizar tinta en distintos soportes por medio del esténcil y la malla serigráfica.
Sesiones.-
Jueves 7:
· Introducción a las técnicas de doblado, corte y manipulación del papel.
· Publicaciones sin pegamento: Panfleto origami - Lollipop stick book - cuaderno al listón.
Viernes 8:
· Publicaciones con pegamento e hilo: Cosido sencillo a dos cortes – Encuadernación con goma.Tipos de impresión calcográfica. Manufactura de sello de corcho y/o polímero.
Sábado 9:
· Impresión calcográfica: Esténcil. Preparación y revelado de pantalla de serigrafía casera. Práctica de impresión de serigrafía.
Thursday, September 30, 2010
y en otras noticias...
Si lo compra y no le gusta, no hay reembolsos pero cuando me vea podrá patearme y me dejaré.
Té de sol / Sun tea
1.- En un galón de agua purificada, pon 1/4 de taza de té (a granel) o 6 bolsitas. El sabor del té es al gusto, yo prefiero el té negro y el verde, por ejemplo, pero el de yerbabuena también sabe chido sin azúcar y refresca un montón y regula el sueño.
2.- Si el té es negro o de un sabor amargo o muy fuerte puedes ponerle algunas rodajas de limón, de preferencia cortar menos de dos limones para que los limones no protagonicen el agua.
3.- Debes agitarlo muy bien para que las hojitas se revuelvan de manera homogénea con las rodajas de limón.
4.- Debemos ponerlo a resposar al sol.
5.- O bien, colgarlo en el tendedero o alguna varilla o cosa que cuelgue en nuestro patio o en la calle o en la ventana o en cualesquier lugar donde el sol le pegue directamente por dos horas.
6.- Luego lo endulzamos con un poco de miel (si queremos endulzarlo) al gusto, yo le puse 1/3 de taza de miel.
7.- Y lo metemos al refri a que se enfríe por unas horas, para posteriormente empujárnoslo.
ojo: El té negro y el verde tendrán el mismo efecto de cafeína que en una infusión, así que tomen sus precauciones.
Thursday, September 16, 2010
Wednesday, September 08, 2010
Tuesday, August 31, 2010
The Wilderness Downtown
We used to waste hours just walking around
We used to wait
[...] Now our lives are changing fast
Hope that something pure can last.
A.F.
Si tuvieras la oportunidad de mandarle una carta a quien fuiste en tu niñez, ¿qué le dirías?
Tom Breihan, en el sitio de nuevas tendencias y noticias musicales, Pitchfork, dice que hay un extraño impulso de nostalgia conflictuada para quienes vivimos lejos del lugar en el que crecimos: las constantes visitas virtuales al Google Earth. Previo a leer esto, pensaba que el mío era un vicio oscuro que jamás revelaría, mismo que tenía que ver con mi apostura del cambio geográfico (con el que me siento bastante satisfecha), mi relación con Google Earth y una necesidad de viajar entre imágenes predeterminadas por la simple sensación de recorrer los espacios de mi niñez sin tener que hacer un viaje de 2,200 kilómetros. He realizado estas visitas cuando en las noches no tengo nada que hacer, o cuando escribo y quiero tener un refresh de mi memoria o sencillamente porque a veces necesito recordar a la señora que aún vende tostadas afuera de mi antigua secundaria (señora que siempre se encuentra congelada, sirviendo salsa en una eterna tostada).
Esta tecnoañoranza, que de inicio pareciera bastante retorcida, no es más que una evolución de la nostalgia y su inmediatizada cura al alcance. Una amiga me dijo hace poco, que a veces cuando va manejando, o en su trabajo o cuando interactúa con alguien, tiene la constante necesidad (que, por fortuna, sólo practica en su mente) de un Ctrl+z. Se dice, a sí misma: control zeta, control zeta, control zeta. Otra amiga, en su fiesta de cumpleaños, comentó que igual que en Facebook quisiera tener un botón de I like this en la cotidianeidad para evitar emitir una opinión sobre lo que le gusta de la vida y lo que no: así si no pulso el botón de que me gusta, es porque obviamente no me gusta y viceversa. Yo me burlé en ambos casos. En el primero, recordé una frase de Oscar Wilde que dice que la experiencia es una acumulación de errores; con un Ctrl + z, ¿el mundo viviría en un oscurantismo involutivo por la falta de experiencia y la repetición de errores borrados? En el segundo caso dije que no me gustaba la idea del botón porque disfruto decir cuando algo no me gusta y viceversa: ¿dónde queda, entonces, mi criterio y su justificación? ¿Qué pasaría con la retórica y el discurso si ya todo queda implícito por los siglos de los siglos office? Pero esto es solamente un efecto de nuestra generación Marshall McLuhan. Igual que la nostalgia en Google Earth.
Afortunadamente, para la nueva generación de videoastas y para quienes somos diletantes del video y la música, Chris Milk ha realizado un salto cuántico en la linealidad (por más experimentales que éstos sean) de los videos musicales. Fundió letra, música, video, animación e imágenes topográficas en la plataforma de flash con el soporte de Google Earth. Esto (que no es un video, como bien asevera Tom Breihan) convierte el sonido de We used to wait de Arcade Fire en un cúmulo de virtuales sensaciones personalizadas. Sólo se necesita una banda lo suficientemente ancha y utilizar el explorer Google Chrome o Safari para disfrutar de la experiencia (en el caso de Firefox + wireless lejos del módem, el video se inhibirá. También es importante no cerrar la ventana mientras vemos el video pues son distintos pop-ups que inevitablemente pierden su correcto orden).
Milk no ha inventado nada. Los soportes estaban y esta tecnoañoranza es un común denominador en nuestra generación (sobre todo para quienes vivimos lejos, aunque es aplicable también para los románticos melómanos que gustan de recordar ciertos lugares al tiempo que escuchan una canción), pero eso es lo que hace un artista que ordena el caos de la memoria colectiva y la simula para shockearnos personalizadamente. Sólo basta ir a la página de The Wilderness Downtown, introducir la ciudad que nuestro masoquista antojo le quiera poner al sonido de We use to wait de Arcade Fire y esperar a que se cargue para, posteriormente, sólo presionar play. El viaje comienza con alguien vestido en jeans, converse y una sudadera con capucha (oh, my: esto en mí lo personalizó aún más) que corre por la ciudad que elegimos; las sombras de unos pájaros que inexorablemente bajan el vuelo para deslizarse en la topografía de Google Earth de nuestro barrio o ciudad añorada; paneos y zooms al ritmo de la canción para sentir el recorrido (literal) y una página en blanco que nos pide escribirle una nota a quienes solíamos ser para que, posteriormente, los pájaros que nos han acompañado en el viaje, se posen sobre las ramificadas letras de una carta a nuestro pasado. Ñoño, sí pero un ejercicio necesario.
Con apostura puedo sentenciar que The Suburbs de Arcade Fire es el mejor disco que he escuchado en muchísimo tiempo (y considero que es su mejor material hasta ahora). Alguien, en un sitio, mencionó que The Suburbs es el OK Computer de nuestra generación. No sé, creo que es mucho mejor, tomando en cuenta que no soy tan partidaria de Radiohead como lo soy de Arcade Fire. Y no puedo esperar para verlos en menos de seis semanas.
Definitivamente genial de Arcade Fire y excelente por Chris Milk. Alguien tenía que manipular nuestras sensaciones bien encausando la añoranza Google Earth.
Arcade Fire - We Used To Wait by user39221
Monday, August 30, 2010
Penny Sparkle de BRH
Hoy escucho el Penny Sparkle, leo algunos correos de buenas noticias y viajes e imagino lo que voy a recordar cuando escuche esta canción en el futuro. Buen disco el Penny Sparkle. Un recuerdo del porvenir, aquí a veces.
Monday, August 23, 2010
Friday, August 20, 2010
Si usted anda este sábado 21 de agosto por la hermosa Tijuana no dude en asistir a...
Lugar: Grafógrafo: Libros y Café.
Día: Sábado 21 de agosto.
Hora: 19:30 hrs.
Dirección: Pasaje Rodríguez, en Av. Revolución entre calles 3ra y 4ta. Tijuana, Mexico.
Parte de su trabajo puede encontrarse en las revistas Big Toe Review, Zafusy, Antennae, Sidebrow, Action, Yes, Joyland, Luvina y Black Warrior Review. Fungió como editora asociada de Les Figues Press y fue co-directora de la hoy extinta publicación de literatura experimental, “Pulp”. Su primer libro, Kerotakis (Dog Horn Publishing, 2010), es una exploración multidisciplinaria que aborda ciborgs, neuronas y cortes de consciencia. Obtuvo la maestría en Escritura Creativa en CalArts y actualmente vive en Los Ángeles en donde es co-curadora de la serie de lecturas feministas, “Mommy, mommy!”, co-editora de la publicación online [out of nothing] y co-fundadora de la organización de artes interdisciplinarias, “Strophe”.
Para leer + sobre el trabajo de Janice Lee puedes accesar a su página dando click aquí.
Para llegar al Grafógrafo y disfrutar de este y otros eventos haz click en la imagen debajo para agrandarla.
WHY ‘FEMINISTS’ NEED TO READ JANICE LEE’S ‘TEXT’
BY MAXI KIM
Wednesday, August 11, 2010
Friday, August 06, 2010
Montañas beyond montañas (extensión 2 o el juego del fuego negado)
Sometimes i wonder if the world's so small, can we ever get away from the sprawl?
Living in the sprawl [...] Quit these pretentious things and just punch the clock.
[...] I needthe darkness someone please cut the lights.
A.F. Sprawl 2
Decidimos que telepáticamente tendremos una borrachera involutiva. Es decir lo primero no es lo primero y acabaremos en 1999 malfumando un porro y escuchando el one hit wonder de los New Radicals. Finjo que sé que se: mi sudor: el agrio de muchas brown ales; ¡cómo odio la cerveza clara! (y sin embargo): sí, a veces: pero de todas formas. ¡Bah!
Contoneo noventero hacia su oreja y grito un lamento de me gustaría volver a las drogas. You cannot. Salivosa ríe y me felicita por tan peculiar puntada. No bromeo. I mean: I cannot. Imagino una carretera; siempre imanto la verticalidad como la clase baja en un plano cartesiano (la clase: desciende eterno presente: la carencia). Cómplices bailamos nuestra danza ritual de los nacidos bajo el signo chino de un perro: 1982 (ó 1962 que veinteaños no es nada). Nos mascoteamos la mollera que nunca cicatrizó y entonces, generalmente, el percance. Aquel era el bar de los treintañeros exitosos. Los que trabajan en una oficina y no tienen hijos y creen que lo han hecho bien todo y que merecen una cerveza importada: arremangadas las camisas del uniforme de la empresa tal. Y se embriagan y cantan e intentan recordar el estribillo de esa canción de Guns n' Roses cuando (¡uh!) hace mucho del baile ése y alguna vez pensé que mi existencia cambiaría el curso de la humanidad y heme aquí: arremangada la camisa de la empresa tal intentando recordar que lo merezco. Pero bueno. Bueno bueno bueno. Y tal.
Yo prefiero que el mundo una arquitectura nimia y la agorafobia ordenada en tetris: dentro de una caja de zapatos escolares. Hemos hablado mogollón de España y mola. Terminaremos dos semanas después en algún jardín de iluminados y que si la alquimia y el caldo y la alquimia un caldo todoslosdías que no sé qué. Te confieso que la moebius de mi columna me pellizca constantemente la ciática. Tú, anfitriona de un programa de cocina. Un programa de radio mental entre lo cariado de la boca: ¿por qué los dientes? Lo primero no es lo primero. Hace mucho, en 1999 yo pensaba que el mundo acabaría y tú ganabas un premio por tu novela. Con apostura usé muchas drogas en los parques de mi barrio: la gravedad me recordó que estaba sola en un subibaja con el culo dolido de tanto cascajo (de que nada me subiera siempre). Dije que usé muchas drogas porque creí que el mundo acabaría, lo prometió el canal cinco.
Reímos (sí, mucho, muchas veces). Una carcajada cosplay que llega a casa y se desmaquilla el oriente frente al espejo. Agradezco en un speech esponsoreado de muchas y diversas ales. Gracias al mundo esta capacitación en nada. Sabemos, amigas mías, hasta ahora que podemos vivir perfectamente con nada. Siempre.